En estos días vibra latente un sentimiento generalizado de desazón, desasosiego, aburrimiento, tristeza, miedo, ansiedad, cansancio, incluso un poco de locura sana y transitoria.
¡Al menos en mi caso! Hace unas noches, cual posesa, me puse una lista de temazos ochenteros en Spotify, agarré fregona en mano y empecé a cantar y bailar como si no hubiera un mañana. ¡Casi dos horas dándolo todo!
Déjame que te diga que esto es absolutamente normal. Estamos caminando por un sendero que nunca antes habíamos explorado y estamos preocupados por nuestros seres queridos y por nosotros mismos. Vivimos en la incertidumbre y como bien decía Chéjov en Tio Vania, la incertidumbre: es lo peor. Por otro lado, sentimos que algo tan preciado como la libertad, la tenemos coartada.
Debemos permitirnos soltar esos sentimientos, debemos permitirnos tener momentos de debilidad: llorar, gritar o patalear. Descargar esa emoción, expresarla, sacarla fuera de nosotros y por último, dejarla ir. Pero sin alargarlo en el tiempo más de lo necesario, para impedir que esas emociones negativas sigan creciendo.
Hoy te traigo una serie de tips que nos ayudan a alterar positivamente la química de nuestro cerebro, creando sensación de bienestar, de forma natural, con herramientas que están al alcance de todos.
¿Qué es la felicidad?
A lo largo de la historia han sido muchos los estudiosos, pensadores o filósofos que han intentado definir la FELICIDAD.
¿Pero qué es exactamente?
Podríamos definirlo como un sentimiento que nos acerca a los estados de bienestar o por ejemplo, un estado de ánimo placentero que sentimos cuando estamos disfrutando de un buen momento.
Pero realmente la felicidad es un concepto abstracto y diferente en cada uno de nosotros.
Si no, haz la prueba, pregúntale a 5 personas de tu entorno que es para ellas la felicidad. Efectivamente, nos daremos cuenta de que existen tantas definiciones como personas.

En la red podemos encontrar diferentes definiciones, por ejemplo según:
La RAE: Estado de grata satisfacción espiritual y física
Wikipedia: La felicidad es una emoción que se produce en un ser vivo cuando cree haber alcanzado una meta deseada
En función de estas definiciones, ¿podrías decir si eres feliz o no? ¿dependería de la fuente? ¿Qué imagen se dibuja en tu mente cuando piensas en la felicidad? ¿Y cuando te sientes feliz?
Éstas no dejan de ser definiciones “románticas” de la felicidad, cosa que me encanta, pero no puedo evitar pensar en la química que hay detrás de este estado.
En los últimos años numerosos endocrinólogos y neurocientíficos se han sumado al estudio de la felicidad como fenómeno biológico, estudiando desde un punto de vista físico-químico cómo se desata ese sentimiento.
Desde pequeña me fascinó la química (siempre fui de ciencias) y cuando estudiaba biología me llamaba especialmente la atención la parte de bioquímica. Me parecía que todos los procesos químicos que se producían en el cuerpo, la forma en que se unían los elementos para formar moléculas, sistemas, etc era algo mágico.
Por otro lado, llámame rara, pero siempre he sentido curiosidad por la relación que existe entre esa química biológica y los estados de ánimo o procesos mentales.
Recuerdo que me quedaba embobada oyendo a mi prima Raquel cuando me contaba las historias anónimas de sus pacientes psiquiátricos. Me alucinaba esa conexión directa entre los estados de la mente y la química de nuestro cuerpo.
Hormonas y neurotransmisores
Gran parte de esta química procede de las hormonas. Las hormonas son mensajeros químicos que segregan las glándulas endocrinas ( pituitaria, ovarios, tiroides, hipotálamo, timo, páncreas, etc) y que viajan a través del torrente sanguíneo hasta llegar a diversos órganos y tejidos de todo el cuerpo.
Son las jefas encargadas de controlar muchos procesos biológicos, entre ellos:
Controlan el metabolismo, regulan el crecimiento, los niveles de glucosa, el ritmo cardiaco, el hambre, el ciclo menstrual, la reproducción, el uso y almacenamiento de energía…
Te sonaran nombres como: insulina, oxitocina, adrenalina, histamina, dopamina, melatonina…
Las hay de muchos tipos y se pueden clasificar según su naturaleza, su composición química, su solubilidad en medio acuoso…
Algunas de ellas son además neurotransmisores, es decir, sirven para transmitir información entre las neuronas de nuestro cerebro. Como sabemos el cerebro es la sala de operaciones principal donde se regula el funcionamiento humano, por eso voy a hablarte de lo que sucede en el organismo si lo “forzamos” a disparar la alegría.
Simplificando y para no entrar en términos demasiado técnicos, lo que necesitamos saber de los neurotransmisores es que son responsables de crear reacciones en cadena a partir de los estímulos externos que recibimos.
Es decir, ante la situación que vivimos podemos sentir dolor, enfado, resentimiento, culpa pero también alegría, disfrute, gozo, esperanza y placer.
Activa los químicos de la felicidad
Existen cuatro químicos naturales, conocidos como los cuatro fantásticos, responsables de nuestro estado anímico positivo: endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina.
Cuando éstos se activan, hacen de puente y mejoran el cableado de tu cerebro, pasando de adsl a fibra óptica en cuestión de minutos ayudándonos a asimilar mejor y más rápidamente las adversidades que se nos presenten.
Funcionan de la siguiente forma:
Recibimos un estímulo, el cerebro se activa y comienza a liberar químicos al torrente sanguíneo y sientes una estupenda sensación de bienestar. Una vez que se ha conseguido el efecto deseado el cerebro deja de liberarlos hasta recibir un nuevo estímulo.

Si aprendemos a encenderlos de forma natural, sentiremos la buena vibra corriendo por nuestras venas. Ahora te cuento cuales son las funciones básicas de cada uno y de qué forma podemos entrenarnos para liberarlos de forma sencilla. Pruébalo y repite cada día, te aseguro que la actitud mejora.
FUNCIONES BÁSICAS:

¿DE QUÉ FORMA PODEMOS ACTIVARLOS?
En este cuadro te resumo algunas de las actividades que ayudan a activar los químicos de la felicidad, de forma natural y sin efectos secundarios:

De la misma forma que podemos activar estos neurotransmisores positivos, debemos mantener a raya otros, que en exceso, pueden ser negativos, como el cortisol, conocido como la hormona del estrés, consecuencia directa de los pensamientos tóxicos y causante de numerosas patologías.
Si te interesa saber más sobre esto, te recomiendo un libro muy interesante de la doctora Marian Rojas Estapé: Cómo hacer que te pasen cosas buenas. En él además de ofrecernos una visión científica y humana de nuestros comportamientos, explica de una forma muy amena los efectos de este compañero de viaje y cómo combatirlo.
Food Mood o neurogastronomía
Otra vía para “producir felicidad” apunta al consumo de alimentos que ayudan a la fabricación natural de estas sustancias químicas o neurotransmisores. Es lo que se conoce como Mood Food o alimentos felices. Una tendencia neurogastronómica que se ha puesto de moda en los últimos años, por la que se han interesado numerosos psicólogos y coaches de neuroalimentación.
Según un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU, en el que afirma que se pueden obtener fuentes naturales de neurotransmisores de diferentes alimentos de origen animal, frutas, plantas y raices, sin embargo, concluye, debe investigarse más acerca de la forma en que se ingieren y de la forma en que cada individuo lo metaboliza. Y apunta:
“…Los NT (neurotransmisores) dietéticos demostraron tener un efecto en el sistema nervioso central en estudios clínicos / conductuales exhaustivos. Los alimentos y productos botánicos incluidos en la TABLA* serían beneficiosos para los sujetos que padecen enfermedad de Alzheimer o demencia (por ejemplo, una dieta ACh), epilepsia o migrañas (por ejemplo, una dieta libre de glutamato), ansiedad o insomnio (por ejemplo, una dieta GABA), enfermedad de Parkinson (es decir, una dieta de dopamina), trastornos depresivos (es decir, una dieta de serotonina) y dolores de cabeza vasculares (es decir, una dieta libre de histamina)”
TABLA*: En la siguiente tabla se muestran los principales neurotransmisores dietéticos y las fuentes alimentarias relativas.
Neurotransmisor dietético | Alimentos y botánicos |
---|---|
Acetilcolina | Berenjena, naranja amarga, frijol común, dedalera, muérdago, frijol mungo, especies de ortiga, guisante, rábano, espinaca, calabaza, fresa silvestre. |
Glutamato | Caviar, queso, chicharrón, papas fritas, bacalao seco, frijoles fermentados, salsas de pescado, salsas, café instantáneo en polvo, carnes, miso, champiñones, platos de fideos, salsa de ostras, queso parmesano, comidas listas para comer, salami, bocadillos salados, mariscos, algas, sopas, salsas de soya, espinacas, guisos, tomate, salsa de tomate. |
GABA | Frijoles adzuki, cebada, brócoli, trigo sarraceno, castaña, frijol común, col rizada, avena, guisante,, patata, arroz, shiitake, soja, espinacas, hierba de San Juan, batata, té , tomate, valeriana, trigo, apio silvestre. |
Dopamina | Berenjena, aguacate, plátano, frijol común, manzana, naranja, guisante, espinaca, tomate. |
Serotonina | Plátanos, achicoria, col china, café en polvo, grano de café verde, cebolla verde, avellana, kiwi, lechuga, ortiga, Griffonia simplicifolia, pimentón, maracuyá, papaya, pimienta, piña, plátano, ciruela, granada, patata, espinaca, fresa , tomate, frijol terciopelo, arroz salvaje. |
Histamina | Anchoa, cerveza, marisco, champán y jerez, diente de león, salchichas fermentadas, jamón y otros productos cárnicos secos curados, arenque, salsa de tomate, quesos añejos, ortiga, vinos tintos, blancos y de postre, sardina, chucrut, Scombridae (por ejemplo, atún, caballa y bonitos), productos alimenticios de soya (por ejemplo, soya, tempeh, salsa de soja, leche de soja, doenjang, doufuru y nattō), crema agridulce, UHT, pasteurizada y leche fresca, yogurt. |
Como ves hay neurotransmisores de muchos tipos pero vamos a centrarnos en dos muy positivos y que se consideran muy importantes. Nuestro cuerpo tiene la capacidad para fabricar dopamina y serotonina a partir de los siguientes alimentos:

DOPAMINA

SEROTONINA
Respondiendo a la pregunta que te planteaba al principio del post, ¿se puede fabricar la felicidad? ¿qué responderías?
¡Pruébalo!, si quieres ayudar a tu cuerpo y tu cerebro a mantener ese equilibrio interno, practica al menos una de estas actividades cada día.
“La felicidad no se define, se experimenta”
¿Se te ocurren más formas de activar tu cerebro?
Fuentes:
4 essential Neurotransmitters in gamification
https://www.medicalnewstoday.com/articles/232248https://salud.nih.gov/
Un abrazo
Estimada Sandra, en primer lugar agradecerte por toda la información que he recibido que bien falta nos hace. Tu ya me conoces soy de mente positiva y cualquier actividad que me enriquezca en seguir hacia adelante buena es. Estas haciendo una labor muy buena. Gracias de nuevo….te echo de menos, espero que estéis bien las dos…Un fuerte abrazo
¡Muchas gracias por comentar Jamal! Me alegra mucho saber que te sirve de ayuda. Pronto nos veremos con más ganas que nunca. ¡Un abrazo!
Sandra!estupendo artículo!muy bien explicado y muy útil los cuadros con las funciones de cada neurotransmisor y formas de activarlos! Me los guardo! A mi tb me flipa la neurobiología y eso que soy de letras! Gracias por compartir este tipo de contenido. Un abrazote!
¡Bien Laura! de letras o ciencias, tienes la mente inquieta y nos interesan cosas muy parecidas. ¡Todo tuyo! ¡Mil gracias por comentar! ¡Un abrazo grande!
Echo en falta recibir este tipo de post por mail para estar informado de tu generación de contenido. Muy buen post!!! Y si le metieras un vídeo resumiendo el contenido, o haciendo una recapitulando, ya sería la leche!!!! los vídeos enganchan mucho más!!!